Devocional Bíblico: La Importancia de los Diezmos y Ofrendas
La práctica de diezmar y ofrendar es una parte fundamental de nuestra vida como creyentes. Estos actos no solo son una manera de honrar a Dios, sino también una forma de reconocer su provisión en nuestras vidas. A continuación, exploramos algunas enseñanzas bíblicas sobre el tema.
1. Reconocimiento de la Soberanía de Dios
Proverbios 3:9-10 nos dice: “Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.” Este pasaje nos invita a poner a Dios en primer lugar, mostrando gratitud por su provisión. Cuando diezmas y ofrendas, estás declarando que Dios es el dueño de todo.
2. Un Acto de Fe
2 Corintios 9:6-7 nos recuerda: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, también segará generosamente. Cada uno dé conforme a lo que ha decidido en su corazón, no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.” Diezmar y ofrendar es un acto de fe que demuestra nuestra confianza en que Dios proveerá para nuestras necesidades.
3. Bendiciones de Dios
Malquias 3:10 nos desafía: “Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice el SEÑOR de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Este versículo nos enseña que al ser fiel con nuestros diezmos, experimentaremos las abundantes bendiciones de Dios en nuestra vida.
4. El Propósito de Nuestras Ofrendas
Las ofrendas, además de los diezmos, son una forma de contribuir al avance del reino de Dios. Gálatas 6:9 nos exhorta: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.” Nuestras ofrendas ayudan a apoyar ministerios, misiones y necesidades dentro de la comunidad de fe.
Reflexión Final
Al reflexionar sobre los diezmos y ofrendas, considera cómo puedes ser un mayordomo fiel de los recursos que Dios te ha dado. Pregúntate si estás apoyando la obra de Dios y si tu corazón está en la correcta disposición para dar generosamente. Que cada ofrenda y diezmo que pongas sea un testimonio de tu fe y gratitud hacia el Señor.
Oración:
Señor, te agradezco por cada bendición que has derramado en mi vida. Ayúdame a ser fiel en mis diezmos y ofrendas, y a reconocer que todo lo que tengo proviene de ti. Que mi generosidad sea un reflejo de tu amor y gracia. Amén.