En Efesios 4:29 de la Nueva Traducción Viviente (NTV) se nos instruye sobre el uso del lenguaje en nuestras interacciones:
“No usen un lenguaje grosero, ni desenfrenado, ni hiriente. Más bien, que sus palabras sean un reflejo de la bondad y la edificación, para que traigan a otros cerca de Dios.”
Este versículo nos recuerda la importancia de comunicarnos de manera que edifique y aliente a quienes nos rodean.